domingo, 11 de julio de 2010

Un gato somnoliento


UN GATO SOMNOLIENTO
UN CUENTO ZEN
Un samurai tenía problemas a causa de un ratón que había decidido compartir su habitación. Alguien le dijo: -Necesitas un gato. Buscó uno en el barrio y lo encontró: era un gato impresionante, hermoso y fuerte. Pero el ratón era más vivo que el gato y se burlaba de su fuerza. El samurai adoptó un segundo gato, muy astuto. Desconfiado, el ratón solo aparecía cuando aquel se dormía. Entonces, le trajeron al samurai el gato de un templo zen. Tenía aspecto distraído, era mediocre y parecía siempre somnoliento. El samurai pensó: Púf, éste sí que no me va a librar del ratón... Sin embargo, el gato, siempre somnoliento e indiferente, pronto dejó de inspirar precauciones al ratón, que pasaba junto a él sin apenas hacerle caso. Un día, súbitamente, de un zarpazo, lo atrapó.

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